martes, 24 de enero de 2012

Pobres delfines

Greenpeace está en contra de cualquier actividad humana que dañe a las poblaciones de cetáceos, en particular si esta actividad tiene fines comerciales. Por eso nos oponemos también a la matanza anual de calderones en las costas de las Islas Faroe (Dinamarca) y Taiji (Japón).

Greenpeace se opone a la matanza de delfines y otros cetáceos con fines comerciales o para la protección de pesquerías (en países como Japón se justifican estas matanzas con el argumento de que delfines y ballenas comen grandes cantidades de peces). Nuestros recursos son limitados, por lo que no tenemos una campaña específica contra la caza de delfines en las islas Faroe (Dinamarca) o en Taiji (Japón). Nuestra lucha por la preservación de los cetáceos se centra en la caza en alta mar, en establecer una red de Parques Marinos y en consolidar la prohibición de la caza comercial establecida por la Comisión Ballenera Internacional (CBI). También trabajamos a distintos niveles para que la CBI proteja en el futuro a todos los cetáceos, incluidos delfines y marsopas.

La mayoría de los delfines, 300.000 al año, mueren no a raíz de su caza si no como capturas "accidentales" en redes pesqueras poco selectivas, al igual que miles de tiburones, tortugas, aves marinas y otras especies.

Desde la campaña de océanos de Greenpeace trabajamos por una mayor sostenibilidad de la actividad pesquera y que se prohíban estas técnicas que son extremadamente destructivas con la vida marina. Del mismo modo, trabajamos por la creación de una red global de reservas marinas que cubra el 40% de los océanos (actualmente sólo el 1% se encuentra protegido). La creación de estos espacios protegidos sería un gran avance en la conservación de todo tipo de especies marinas, incluyendo ballenas y delfines.

¡Cuidado con el PVC!

El PVC es uno de los plásticos más versátiles que existen y lo podemos encontrar en multitud de productos que utilizamos en nuestra vida diaria: envases, embalajes, tuberías, productos hospitalarios, juguetes, ropa, fundas para colchones, baberos, tarjetas de crédito y muchos más.

Estos objetos de PVC, aparentemente inofensivos, son producto de una industria altamente tóxica y peligrosa, ya que la producción de PVC va unida a la producción de cloro, uno de los mayores contaminantes que existen. Además, este plástico contiene numerosos aditivos tan peligrosos como ftalato, o metales pesados, que tienen gran facilidad para migrar del producto y se asocian con un gran número de impactos en la salud.

Su alto contenido en cloro y aditivos convierten a este plástico en un veneno ambiental y para la salud en todo su ciclo de vida. Durante su producción, debido a la intervención de gran cantidad de sustancias tóxicas. Durante su uso, por la migración de aditivos tóxicos, y en su eliminación, terminando en los vertederos (contaminando el suelo y aguas subterráneas) o en las incineradoras (emitiendo sustancias tóxicas al aire).

Debido a que todos utilizamos estos productos cotidianamente, debemos ser conscientes de sus consecuencias tanto para nosotros como para el medio ambiente en el que vivimos.

Alistarse en Greenpeace

Para todo lo referente a los barcos de Greenpeace debes dirigirte a Greenpeace International, donde tramitan todas las peticiones y ofrecimientos para trabajar en los barcos de nuestra organización:

STICHTING MARINE SERVICES
Keizersgracht, 176
1016 DW
Amsterdam
Holanda

Las tripulaciones están formadas por profesionales marinos, pero también hay cocineros, investigadores, abogados, traductores, etc. El único requisito indispensable sería tener un alto nivel de inglés, ya que la tripulación es internacional.

Postura de greenpeace frente a la matanza de focas en canadá.

Actualmente, la principal amenaza para los pinnípedos es el cambio climático que está destruyendo su hábitat. La decisión del gobierno canadiense de continuar con la caza comercial de focas agrava esta situación y hace decrecer aún más sus poblaciones.

Greenpeace se opone a la matanza comercial de pinnípedos. El Gobierno canadiense actúa de forma irresponsable al permitir la matanza de más de un cuarto de millón de crías de foca, cuando los científicos no son capaces de cuantificar exactamente el tamaño de la población, el número de focas ya cazadas o el impacto de las presiones externas (como el cambio climático) en la salud de la población. El Gobierno de Canadá tiene un largo historial de mala administración de los ecosistemas marinos, que prioriza los intereses cortoplacistas de la industria pesquera y de la caza de focas, poniendo en peligro puestos de trabajo y la conservación de la biodiversidad marina.

Greenpeace no se opone a la caza de focas para la subsistencia de las comunidades Inuit, First Nation, y de las personas que viven al norte de la latitud de 53 grados. Sí se opone a la caza comercial, especialmente a la luz de las crecientes amenazas para los pinnípedos y las incertidumbres asociadas con el cambio climático y los cambios en la red trófica marina.

Sin embargo nuestros recursos son limitados y no tenemos una campaña específica contra la caza de focas. Desde Greenpeace se realiza un seguimiento de la temporada de caza y en ocasiones se ha dado soporte a otros grupos que lideran en la actualidad la oposición a esta práctica como IFAW (International Fund for Animal Welfare) y HSUS (Humane Society of the United States). Nuestro principal foco se centra en la amenaza que el cambio climático supone para los mamíferos marinos. En el caso de las focas la pérdida contínua de la capa de hielo afecta gravemente al periodo de cría de las focas. Los impactos del cambio climático combinados con la caza anual supone una combinación nefasta para la población de focas.

Greenpeace también trabaja para lograr una red global de Reservas Marinas que proteja todas las especies marinas, incluidas las focas.

El fundador de greenpeace

Hay una vieja anécdota que dice que al entrar en cualquier bar de Vancouver, Canadá, encontrarás a alguien que dice ser un fundador de Greenpeace. De hecho, no hubo un único fundador, y el nombre, la idea, el espíritu, las tácticas, y el internacionalismo de la organización, todos, pueden decir que tienen linajes separados. He aquí algunos hechos.


 

Los fundadores del comité fueron Dorothy e Irving Stowe, Marie y Jim Bohlen, Ben y Dorothy Metcalfe, y Bob Hunter. Los primeros directores fueron Stowe, Bohlen, y un estudiante llamado Paul Cote.

Al ecologista canadiense Bill Darnell se le ocurrió la combinación dinámica de las palabras para unir la preocupación del grupo por el planeta y la oposición a las armas nucleares. En palabras de Bob Hunter, "brillaron dos dedos de alguien a medida que salía del sótano de la iglesia y dijo: “¡Paz!", Bill dijo: "Vamos a hacer una Paz (Peace) Verde (Green). Y todos hicimos Ommmmmmmm”. El hijo de Jim Bohlen, Paul, tenía problemas al ajustar las dos palabras para hacer una chapita tipo botón, así fue que unió las palabras en el nuevo nombre de la comisión: Greenpeace.

Marie Bohlen fue la primera en sugerir tomar un barco hasta Amchitka para oponerse a los planes de Estados Unidos. El grupo organizó un barco, el Phyllis Cormack, y zarpó a Amchitka a "dar testimonio" (una tradición cuáquera de protesta silenciosa) de la prueba nuclear. A bordo fueron:
  • El capitán John Cormack, propietario de la embarcación.
  • Jim Bohlen, Greenpeace
  • Bill Darnell, Greenpeace
  • Patrick Moore, Greenpeace
  • Dr. Lyle Thurston, médico practicante
  • Dave Birmingham, ingeniero
  • Terry Simmons, geógrafo cultural
  • Richard Fineberg, profesor de ciencias políticas
  • Robert Hunter, periodista
  • Ben Metcalfe, periodista
  • Bob Cummings, periodista
  • Bob Keziere, fotógrafo
Stowe, que sufría de mareo, se quedó en tierra para coordinar la presión política. Cote se quedó también, porque estaba a punto de representar a Canadá en una carrera Olímpica de vela.

Bob Hunter tomaría las lecciones de ahí en adelante el primer viaje e improvisar sobre ellos hasta el punto que él, más que nadie, inventó la marca de Greenpeace del activismo individual.

El viaje Amchitka establecido el nombre del grupo en Canadá. El próximo viaje de Greenpeace extendió su reputación en todo el mundo.

En 1972, David McTaggart respondió a un anuncio colocado en un periódico de Nueva Zelanda por Ben Metcalfe, llamando a un barco para ir al Atolón de Muroroa a protestar contra las pruebas de armas nucleares.

McTaggart eligió el equipo siguiente:
  • Ingram Nigel, ex-Marina Real
  • Haddleton Roger, ex-Marina Real
  • Otorgar Davidson, un buen cocinero
Su barco fue embestido, y a su regreso el siguiente año McTaggart fue golpeado por comandos franceses hasta el punto en que perdió la visión en un ojo.

Calificada como una batalla épica por los medios de comunicación de todo el mundo, una nave pequeña desafiado una de las mayores fuerzas militares en la Tierra.

Para las próximas dos décadas, McTaggart se enfrenta con el gobierno francés sobre los ensayos de armas nucleares en el mar y en los tribunales, y toma el liderazgo de Greenpeace en todo el mundo.

En un momento cuando entidades separatistas nacionales y regionales de Greenpeace estaban tomando acciones legales contra otros, McTaggart intervino, estableciendo los argumentos para fundar Greenpeace Internacional.

¿Que opináis sobre nuestro ecosistema, y los grupos de acción (greenpeace...) que actúan a favor de este?